Ahora que las naciones con mayor poder económico se han empeñado en la peligrosa práctica armamentista y sus actitudes de intolerancia han rebasado los límites de la convivencia, colocando irresponsablemente el planeta al borde de una catástrofe mundial sin precedentes, no podemos permanecer indiferentes y continuar inmóviles. Ante tales circunstancias se hace inaplazable efectuar cambios a nivel individual comenzando por erradicar de nosotros la violencia en todas sus manifestaciones, desarmando el corazón de los sentimientos de venganza, extirpando de la mente los pensamientos de rencor, retirando de las palabras las expresiones agresivas y de las manos las acciones destructivas. Comencemos todos a reconstruir la Tierra y a establecer la confianza y la lealtad desde nuestro corazón. En nuestras manos está la esperanza de un mundo en paz. La buena voluntad y la intención pura de muchos, pueden más que la intención perversa de unos pocos.
TODOS HEMOS SIDO CONVOCADOS A CONFORMAR UNA SOCIEDAD PACÍFICA. ¿ES USTED PARTE DE ELLA? AQUÍ ENCONTRARÁ LA FORMA DE SABERLO, Y SI AÚN NO ESTÁ EN ESA CORRESPONDENCIA, DESCUBRIRÁ AQUELLO QUE DEBE CAMBIAR PARA LOGRARLO.